Hoy hace un año la vida nos metía una hostia a mano abierta
Es ahí cuando en cuestión de segundos pones a resetear tu vida, tus sueños, tu futuro... y el de los que te rodean también.
Decidí aferrarme siempre a la parte positiva y no siempre fue ni es fácil cuando coqueteas con la muerte tan de cerca, cuando tienes una bomba de relojería en tu cuerpo,y cuando no te quieres morir, claro.
Intenté aferrarme al humor negro, a ver el lado positivo de todo a pesar de que a veces no era capaz de levantarme de la cama.
Todo ha valido la pena. Ha pasado un año y estoy aquí para contarlo.
Hemos desactivado una bomba si, pero queda mucho camino por delante.
Gracias a todos los que de una forma u otra me habéis salvado la vida. Gracias a mis médicos Francisco Santillan y Enrique Díaz Canton. A mi ángel de la guarda Facundo Araña y a Fundaleu Gracias a mi hermano Carlos Casas y a mi hermana de la vida Sarita Rajnerman Casas porque se hicieron cargo de la situación y de nosotros en todos los sentidos. Gracias a mi mamá, pobre... y a sus santas sopas de vitrina... a mis amores Noa y Salva R. Suárez .porque ustedes son el motor de mi vida... a mis sobrinos que estuvieron a la altura de las circunstancias Y gracias al escudo humano que la gente que me quiere formó a mi alrededor para no dejarme caer.
Después de un año aquí estoy. Buscando siempre un buen vino para celebrar la vida.